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Pese a un récord en las exportaciones, el superávit se redujo a la mitad en 2022

El año pasado finalizó con un saldo de U$S 6.923 millones en la balanza comercial, mientras que en 2021 había sido de U$S 14.750 millones. Con una baja del 13% en términos interanuales, diciembre no fue bueno en materia de intercambio comercial.

Con una baja del 13% en términos interanuales, definitivamente diciembre no fue bueno en materia de intercambio comercial para la Argentina, ya que tanto las exportaciones como las importaciones sufrieron un notable retroceso con respecto al mismo período de 2021. El informe del Indec Intercambio Comercial Argentino (ICA) con datos del último mes del año muestra que los envíos al exterior cayeron 7,1% y los ingresos, 19,3%. Prácticamente todos los grandes rubros disminuyeron. Solo se salvaron las exportaciones de las manufacturas de origen agropecuario, con un alza del 5,4% y las de combustibles y energía, con un 7,5% de incremento.

Hay también una notable baja de la importación de combustibles y lubricantes, del 36,6%, aunque en términos interanuales aumentó en 120,2% (U$S 7.025 millones) por mayores compras de gasoil, gas natural licuado y gas natural en estado gaseoso entre otros. En diciembre de 2022, las exportaciones alcanzaron los U$S 6.119 millones y las importaciones, los U$S 5017 millones. Las cantidades que se compraron al exterior se redujeron 21,8% y los precios crecieron 3,3%.

El intercambio comercial (exportaciones más importaciones) disminuyó 13% en relación con igual mes del año anterior, y alcanzó un monto de U$S 11.136 millones. La balanza comercial le dejó a la Argentina un superávit de U$S 1.102 millones ese mes.

Por otro lado, Brasil sigue en primer lugar como el principal socio comercial de la Argentina, esta vez con un saldo positivo de U$S 7 millones. Sin embargo, China, en segundo lugar, deja un saldo negativo de U$S 831 millones, por lejos el peor entre todos los socios de la Argentina.

Las exportaciones de bienes marcaron un récord el último año, cuando sumaron US$88.446 millones, mientras que las importaciones llegaron a U$S 81.523 millones, también una cifra histórica. El intercambio comercial (exportaciones más importaciones) se incrementó 20,4% y alcanzó un valor de U$S 169.969 millones. La balanza comercial, en tanto, registró un superávit de U$S 6.923 millones, menos de la mitad que el año previo.

En 2021 el intercambio comercial había alcanzado un total de U$S 141.118 millones, el mayor nivel desde 2013 (U$S 150.405 millones), producto de exportaciones por U$S 77.934 millones e importaciones por U$S 63.184 millones. El saldo comercial en 2021 alcanzó los U$S 14.750 millones (el segundo mayor después del registrado en 2019). Según consigna el Indec, si en este período (2021) se hubiesen registrado los mismos precios de 2020, el saldo comercial habría tenido un superávit de U$S 6.860 millones. Debido a que el Índice de precios de las exportaciones tuvo una suba de mayor magnitud (25,8%) que el Índice de precios de las importaciones (14,7%), el país registró una ganancia en los términos del intercambio de U$S 6.000 millones.

2023

La industria afirma que, seguramente, en 2023 vamos a ver un descenso en el ingreso de divisas por la caída en el volumen de productos primarios, que no llegará a ser compensado por los precios.

Los efectos de la sequía en las exportaciones ya se hacen notar. Los datos de la exportación de trigo de diciembre muestran que es el primer producto del agro donde se nota que hay una caída muy importante. Más adelante vendrán los datos del maíz, que se cosecha en marzo y que seguramente vendrá con peores números respecto al año pasado. En abril-mayo será el turno de la cosecha de la soja y en julio y agosto, del maíz de segunda.

Se trata de los tres cultivos de más volumen y están muy comprometidos por la sequía. Incluso, si en febrero se registran lluvias, no alcanzarán para revertir la tendencia y hay una gran proporción de las pérdidas que será irrecuperable.

El informe del Indec consigna que en diciembre las exportaciones de productos primarios registraron una variación negativa de 26,4% debido a una caída de 30,6% en las cantidades, ya que los precios crecieron 5,6% en la comparación anual. La disminución se debió principalmente a menores ventas de cereales (-U$S 442 millones).

En cuanto al complejo aceitero, en el caso del girasol se sembró más superficie y aunque haya una merma en los rindes, el resultado estará cerca del de el año pasado. Sin embargo, se procesará menos cantidad de soja por lo que es probable que caiga el volumen de harina y de aceite. En esa línea, a los valores actuales, las estimaciones muestran que solo con los complejos de soja, maíz y trigo, ya se perdieron en la nueva campaña U$S 8.000 millones de exportaciones.

Los especialistas aseguran que lo que ocurra en 2023 en el mundo influirá (al menos en parte) en nuestras exportaciones e importaciones, la tasa de inversión, la situación cambiaria, el financiamiento -público y privado-, la performance económica general y nuestra evolución tecnológica. El viento de cola parece haber disminuido para la Argentina, ahora habrá que remar más.

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